Escritos literarios 4 Colaboracionismo moral

 

 

Colaboracionismo moral

Droga y narcotráfico

 

 

Resulta reconfortante comprobar que no se pierde el tiempo al viajar. En uno de esos tediosos trayectos entre Oviedo y Gijón, en ALSA, tuve la suerte de que los dos asientos de delante hablaban apasionadamente:
-Tío, corría de todo. Alcohol por litros. Estaban enchufados, como a su propio destino. De la hierba y los canutos se pasaba a la coca y las pastillas. ¡De dónde sale tanta pasta!, como dice mi vieja.
-Yo prefiero pasar, ¡qué quieres que te diga!
-¿No serás un estrecho?
-A mí no me impresionan los efectos. ¡Para quien los busque! Estoy en contra de forma militante, por política.
-Qué dices tío, ¿eres un facha?
-Fachas de los pies a la cabeza son esa peste de peleles inconscientes. Fachas sin saberlo, y no tienen remedio. Porque para mí un facha es quien colabora con la mierda.
-¡Vaya subidón que te está dando! Ni que fueran los mismos narcos.
-Precisamente, ¡ellos son!, ¿quién te crees entonces que son los verdaderos narcotraficantes?, ¡son su razón primera, su primera causa! El círculo de la mierda del narcotráfico, lo mismo que el de la prostitución infantil, se cierra con este consumidor que tiene nombre y apellidos y que cree que sólo se está divirtiendo. No conozco a ninguno que no se sienta buen chico y que crea que los narcotraficantes están en una Colombia corrupta o en el Afganistán de los talibanes. El círculo sólo se cierra con él y sólo él podría estrangularlo.
-Pero tío, no es más que una gota en el mar, ¿qué podría hacer?
-Por lo pronto no colaborar.
-Pero no vas a comparar al verdadero narco, a un Escobar Gaviria, el «Patrón», el asesino de cientos de personas en Hispanoamérica, con éste que sólo llega a meterse alguna raya.
-Pongo a cada cual en su lugar, en lo que hace y provoca. El pobre fantoche no es un asesino pero es un colaborador. Y sin colaboradores no hay asesinos ni narcos.
-Ya, ¡por eso!: si vas mamao y atropellas y matas a alguien, te sirve de atenuante.
-Quien bebe en exceso, quien conduce bebido y quien atropella y mata conduciendo bebido ¿no suma delitos? Son agravantes, tío. La justicia es aquí también delincuente...
El resoplido maquinal de la arribada sentenció en seco el caso.
 
                                            
        SSC
Gijón, 29, septiembre de 2007

Publicado en: «Sobre drogarse. Delito de todos: delito de nadie». La Nueva España, Suplemento Cultura nº 777, pág. 5,  Oviedo, jueves, 25 de octubre de 2007.