Guardémonos de los tentáculos de conceptos contradictorios, tales como "razón pura", "espiritualidad absoluta", "conocimiento en sí " (...), Existe únicamente un ver perspectivista; y cuanto mayor sea el número de afectos a los que permitamos decir su palabra sobre una cosa, cuanto mayor sea el número de ojos, de ojos distintos que sepamos emplear para ver una misma cosa, tanto más completo será  nuestro "concepto" de ella, tanto más completa será nuestra "objetividad". (Nietzsche, Genealogía de la moral, III, 12, trad. De Almería.  Sánchez Pascual, Alianza, Madrid, 1988, pero.  139)